Crónicas de Narnia

Ayer el cine estaba lleno -sesión de las 19.00- para ver Crónicas de Narnia, la última producción de Disney, que sigue la estela de mundos mágicos y seres fantásticos de harry potter llevando a la pantalla los libros de C.S. Lewis que influyeron, por ejemplo, a J.K. Rowling quien lo ha mencionado en más de una ocasión.

4 jovenes descubren un mundo mágico, dentro de un armario, en la mansión donde se hayan acogidos. ATENCIÓN, POSIBLE SPOILER.Voy a comentar, aquí donde puedo y para el que piense que el cine todavía es arte y no sólo palomitas, mis impresiones.

-La historia no engancha: Se nos sumerge en la salvación de Narnia, profetizada, sin aventurar siquiera una explicación, aunque sea de pasada, de las circunstancias por las que una bruja se ha hecho con el poder, ni se nos explica la profecia, ni quien es Asland, ni por qué es tan conocido, ni como se divide el mundo de Narnia ni qué es la magia insondable que pronuncian varias veces. Partimos con el mismo desconocimiento que tienen los personajes sobre todo ese mundo, pero seguimos con él una vez acaba la película. Ni siquiera sabemos que el León tiene alitosis hasta que no lo vemos aunque, claro, todo es posible porque no hay NADA explicado. De todas maneras, los personajes se dan con un canto en los dientes siendo reyes y parece no preocuparles este hecho.

-Echamos de menos a los tres Reyes Magos. (puro chovinismo, que sólo es bueno si es patrio. El de los demás es siempre malo malo). Santa Claus aparece como signo de esperanza dando regalos para los aventureros, suponemos que son objetos mágicos que , a lo largo de su historia, -salvo el caso del frasco que regalan a la pequeña Lucy- no muestran ninguna de sus peculiaridades. Porque si, por ejemplo, su función mágica es dotar a los personajes de habilidades guerreras, ¿ Por qué motivo tienen que prácticar, como lo hacen Edmund y Peter a caballo en una escena en el campamento o Lucy y Susan tirando a la diana -hay que ver la fuerza que tiene la pequeña lucy, supongo que allí desayunan zumo de gomibayas-?

-Mundo de Narnia. Allí el tiempo no transcurre igual. Pueden pasar días o años, mientras que en el mundo real la vida transcurre muy lentamente. Habrá pasado desde el inicio de la aventura en Narnia -la última vez que entran en el armario- a lo sumo uno o dos días. Interesante, permite mucho juego con las historias.

-Batallas de Narnia. Harto de ver batallas en las películas que son prácticamente iguales desde Gladiator o Bravehart -sobreimágenes de primeros planos, donde apenas se distingue la acción, de los guerreros-, en esta por lo menos recurren mínimamente y se nos muestran algunas acciones de estrategia -Alguna más que Braveheart que, a su vez, tiene alguna más que Gladiator, por ejemplo-. Aunque de la noche a la mañana, los hermanos son unos estrategas que ya quisiera Napoleón en Waterloo. Por lo menos en "El guerrero número 13", al personaje de Antonio Banderas le vemos "aprehender" el idioma de los vikingos. Con ese poco esfuerzo hubiera rechinado igual, pero hubiera quedado mejor

-Recreación del mundo de Narnia. No sé si es fiel, porque no he leído las obras. Pero está intensamente estereotipado: ogros, gigantes, minotauros, lobos...en el bando de la bruja; faunos leopardos, rinocerontes, grifos, centauros en el lado de Asland y los hermanos. Los que de toda la vida de la fantasía han sido malos siguen siendo malos; los que de toda la vida de la fantasía han sido buenos siguen siendo buenos. No sé porqué, esperaba por lo menos haberlos encontrado mezclados: No todos los minotauros o lobos o grifos en el mismo bando. Supongo que aparte de querer humanizar un conflicto fantástico, me aburre ver siempre las mismas identificaciones blanco-negro en el mundo de fantasía.

En Harry Potter al menos hay blancos, blancos, grises y negro.

De cualquier forma la manufactura es notable; los efectos digitales se siguen notando -ya verán como dentro de 30 años se reirán de los efectos especiales como hacemos nosotros con los "cutres" de hace 30-, pero están bastante imbricados en el decorado.

-La fotografía o la iluminación no están mal, pero parecen muy artificiales. Cuando Lucy encuentra al fauno, casi al principio de la película, me dio la impresión de estar en un teatro, no en un cine.

-Los planos no están mal, consiguen hacernos saber lo que piensan o sienten los personajes cuando no están hablando.

Y el final es un final abierto así que, dependiendo del funcionamiento de la película en taquilla, es posible que veamos una segunda parte.




"This is the end, but that wasn´t all"








Que tengan un buen día.