En defensa de la ortodoxia.

El PP ha presentado en el congreso 4 millones de votos para pedir un referendum en relación con las reformas autonómicas, como detonante la reforma catalana, indicando que quitaron de ellas 270.000 firmas duplicadas o incorrectas.

Lo he leído en El Pais de hoy, sección "España" página 26. Ya dije hace un tiempo que la petición de un referendum sobre el estatuto era improcedente. Me ha llamado la atención otro hecho. Hay en esa noticia, una opinión de Mª Teresa Fernandez de la Vega, vicepresidenta del ejecutivo, y de Josep Tardá de ERC, discutibles.

La vicepresidenta minimiza la recogida de firmas indicando que "Se han dejado el 60% de los votantes fuera, porque sólo han sido capaces de recabar unoos cuantos votos, muchos menos de los que tenían". Mª Teresa fernandez de la vega, debería recapacitar, ya que votantes hay alrededor de 35 millones de españoles. Ahora, si me dice que han estado comprobando el carnet de militancia o verificando cuantas de esos 4 millones de firmas corresponden a votantes del PP, me lo enseñe y me callo.

Josep Tardá decía "No son cuatro millones de firmas contra el Estatuto, sino cuatro millones de voluntades en contra de la sociedad catalana recabadas utilizando la manipulación de la desinformación". No hay nada mejor para que la gente se calle como decir: o conmigo o contra mí. Y que nadie critique las leyes aprobadas, siempre que provengan de nosotros. Qué cuatro millones de personas no estén de acuerdo en que Cataluña se organice de la manera en que lo quiere hacer, porque crean que socava libertades y derechos para todo el conjunto del estado no significa que esté en contra de los catalanes. Haga el favor de informarse, que parece usted bastante desinformado.

Llevo tres días leyendo con interés la prensa, ahora que en estos tiempos se recuerda tanto el espíritu republicano y la república de 1931. Es que son dos cosas unidas y, a la par, distintas. Recomiendo a todo aquel que le sea posible leer los artículos de opinión aparecidos en El País de Antonio Muñoz Molina"Notas escépticas de un republicano" y de Gregorio Peces Barba "Elogio crítico de la II república" que recojo a través de Basta ya al no poder hacerlo directamente desde El País.

Otra cuestión que me ha llamado la atención es la próxima propuesta de reforma de la constitución para limitar la cesión de competencias estatales y definir claramente cuales son del estado y cuales de las comunidades, que hará el año que viene el PP. la noticia está en la página 20, en la sección "España" de El País del Lunes 24 de Abril. Sepan ustedes que España es simbólicamente una nación y funcionalmente una federación, algo que pueden comprobar leyendo el Artículo 2, art 148 y 149 de la Constitución Española. Los que se hinchan a pedir más competencias y se llaman federalistas, ya les están mintiendo. En una federación de estados las competencias están divididas entre el ejecutivo central y los estados claramente. Sin embargo el artículo 150 de la constitución española permite el traspaso de competencias estatales a las autonomías. ¿ Que sería el estado sin competencias ? ¿ Y una mesa que no tenga 4 patas y material horizontal sobre el que apoyar, por ejemplo, las cartas?

Desearía que lo aprobaran. Así por lo menos podrían aprovechar para que la vivienda pase a ser competencia directa del estado, que es quien ha de promover el acceso (art.47 CE) y sin embargo la competencia directa es de las comunidades autónomas (art.148 CE). Así evitarían las incongruencias de crear ministerios sin competencias.

Osea, uno tiene que ser ortodoxamente crítico. Me importa bastante poco de dónde provenga la información, me interesa saber lo que me cuentan no quien me lo dice. En este País es muy difícil leer prensa independiente, imparcial.

Extracto de la entrevista del domingo 23 de Abril a Javier Godó, presidente editor de "La Vanguardia", en El País, en contraportada.

"P: ¿ Estar siempre con el gobierno de turno es símbolo de extrema habilidad?
R: Es un sintoma de intuición, y también de sentido común. La gente ha votado por una determinada llamemos situación política, pensamientos, tendencias. Por lo tanto, La Vanguardia tiene que amoldarse. "

Que tengan un buen día.