Las famosas leyes.
Ley de Lynch:
El Señor Lynch, era un Juez del condado de Virginia en EE.UU, del Siglo XVIII. De origen escoces, (o irlandés, según las fuentes), cultivó un odio intenso a los anglófilos hasta el punto de ajusticiar a varios de ellos después de la guerra de la independencia estadounidense, sin juicio alguno, sacándolos a la calle, tumultuariamente golpeados por la muchedumbre y ahorcados del arbol más cercano
Fueron varios los ajusticiados por la mano de Lynch, hasta el punto de que se conocía esta forma de castigar a los presuntos, -culpables para la turbamulta-, como la "Ley de Lynch". De ahí deriva, o eso dicen, la palabra linchamiento, pasando el señor Lynch al imaginario colectivo tras la etimología de la palabra, bien oculto.
Ley de Murphy:
El señor Edward A. Murphy, era un ingeniero de desarrollo que trabajaba en un proyecto para comprobar la resistencia del hombre a las fuerzas g, en una base Estadounidense, usando para ello cohetes sobre raíles. En una de las pruebas el asistente de Murphy debía conectar unos sensores a un arnés en el que iba a ir sentado posteriormente el capitán Stapp. ¿Imaginais que ocurrió?, hicieron la primera prueba con un chimpancé y los sensores dieron una lectura 0. Edward Murphy al constatar el error en la colocación de los sensores dijo algo parecido a: "if theres any way to do it wrong, he´ll find it", refiriéndose a su asistente. Parece que después sus colaboradores retomaron la sentencia, variándola ligéramente, hasta el ya conocido: "if anything can go wrong, it will" que traducido quiere decir: "Si algo puede ir mal, lo irá". Y de ahí todas sus múltiples variantes, las cuales pueden encontrar en la red, a poco interés que tengan en buscarlas.
Así es amigos, Murphy ha entrado en el imaginario colectivo como un símbolo de frustración e impotencia determinada: el destino puede llamarse Murphy. ¿Nunca han soñado con vengarse de este ser abstracto?. Pues a mi se me ha ocurrido una forma de vengarnos. Le hacemos una fiesta de no-cumpleaños a Murphy, lo alcoholizamos y cuando menos se lo espere susurramos a Lynch, al que también hemos invitado, que este Murphy es anglófilo. Y ya lo resuelve Lynch por nosotros, por la vía sumarísima.¿ Alguien ha pensado que Murphy no vendría?. ¡No importa!. Nos estaremos diviertiendo igual. Y como todo esto hay que soñarlo, pues se sugestiona uno para que salga bien y reza a todas las potencias para que la ley de Murphy no intervenga.
¡Murphy, die!.
Oh!, se me olvidaba.
Del mono del experimento,
no se sabe nada aún.
Que tengan un buen día.
El Señor Lynch, era un Juez del condado de Virginia en EE.UU, del Siglo XVIII. De origen escoces, (o irlandés, según las fuentes), cultivó un odio intenso a los anglófilos hasta el punto de ajusticiar a varios de ellos después de la guerra de la independencia estadounidense, sin juicio alguno, sacándolos a la calle, tumultuariamente golpeados por la muchedumbre y ahorcados del arbol más cercano
Fueron varios los ajusticiados por la mano de Lynch, hasta el punto de que se conocía esta forma de castigar a los presuntos, -culpables para la turbamulta-, como la "Ley de Lynch". De ahí deriva, o eso dicen, la palabra linchamiento, pasando el señor Lynch al imaginario colectivo tras la etimología de la palabra, bien oculto.
Ley de Murphy:
El señor Edward A. Murphy, era un ingeniero de desarrollo que trabajaba en un proyecto para comprobar la resistencia del hombre a las fuerzas g, en una base Estadounidense, usando para ello cohetes sobre raíles. En una de las pruebas el asistente de Murphy debía conectar unos sensores a un arnés en el que iba a ir sentado posteriormente el capitán Stapp. ¿Imaginais que ocurrió?, hicieron la primera prueba con un chimpancé y los sensores dieron una lectura 0. Edward Murphy al constatar el error en la colocación de los sensores dijo algo parecido a: "if theres any way to do it wrong, he´ll find it", refiriéndose a su asistente. Parece que después sus colaboradores retomaron la sentencia, variándola ligéramente, hasta el ya conocido: "if anything can go wrong, it will" que traducido quiere decir: "Si algo puede ir mal, lo irá". Y de ahí todas sus múltiples variantes, las cuales pueden encontrar en la red, a poco interés que tengan en buscarlas.
Así es amigos, Murphy ha entrado en el imaginario colectivo como un símbolo de frustración e impotencia determinada: el destino puede llamarse Murphy. ¿Nunca han soñado con vengarse de este ser abstracto?. Pues a mi se me ha ocurrido una forma de vengarnos. Le hacemos una fiesta de no-cumpleaños a Murphy, lo alcoholizamos y cuando menos se lo espere susurramos a Lynch, al que también hemos invitado, que este Murphy es anglófilo. Y ya lo resuelve Lynch por nosotros, por la vía sumarísima.¿ Alguien ha pensado que Murphy no vendría?. ¡No importa!. Nos estaremos diviertiendo igual. Y como todo esto hay que soñarlo, pues se sugestiona uno para que salga bien y reza a todas las potencias para que la ley de Murphy no intervenga.
¡Murphy, die!.
Oh!, se me olvidaba.
Del mono del experimento,
no se sabe nada aún.
Que tengan un buen día.
posted by Alias | 17:48
4 Comments:
Lo mejor que has escrito en el blog juas juas juas...
Viva Lynch...
Odia a Murphy...
Cuando es la fiesta?
Compraremos armas de cuerpo a cuerpo para la turba?
A que huele el CNP? zunzun zunzun zunzunzunzunzun uuuuooooopp...
Ya lo tengo, construimos un pelele en forma de einstein o algo asi y le damos una paliza y o le prendemos fuego. A ver si haciendole vudú al fantasma de Murphy acabamos con la maldición...
Siento que hayas suspendido bicho pero la proxima vez deberias preparartelo mejorrrrr
a quien hay que kemar?
Era mucha casualidad ya. Que sí que vale. Pero avisan con 15 días.Joder.
3 años, este es el único que no iba bien y avisan con 15 días.Ni siquiera los tres meses de los otros tres años. Que sí, que vale,que no tiene porque ser regular la convocatoria.¡Pero es mucha casualidad ya!.
Hay que quemar a Murphy. Lo podemos quemar con caña de Azucar fermentada mezclada con limon no natural.
Por ejemplo.
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