Espejos

Precursores de la dialéctica de los puños, los hay que suelen convertir un debate en un torneo de insultos.

No se rigen ni por la justificación del argumento ni por la lógica de ninguna premisa, sino por la calificación de aquel que lo emite. Tanto eres, tanto vale tu argumento. Los hay que, conocedores del valor que la gente da a la imagen ni se preocupan en refutar tus ideas, tratan de resquebrajar la percepción que tienen de ti los demás.

Fíjese bien cuando debate, fíjese si lo que refuta es el argumento en sí o si lo que a usted le interesa más en la vida es saber quien se lo está contando.Hay gente que elige argumentos de autor, en vez estar de acuerdo con el argumento de un autor.

¿Quieren ejemplos? Búsquenlos en la prensa.

No hay que tener miedo a equivocarse,todo el mundo se equivoca, pero pocos lo recuerdan de sí mismos. Tener miedo a equivocarse le puede conducir a uno a la parálisis en la duda, pero no hay que dudar tampoco en no contestar de inmediato si cree usted que le faltan datos, si cree que debe leer más; La certeza es un martillo. La verdad es una herramienta. Las maneras de exponer argumentos, un vestido. La sociedad de consumo exige respuestas rápidas, satisfacción inmediata.

Usted no es un producto de consumo. Es una persona.

¿Sabe usted discutir?.

Que tengan un buen día.