Sueño.

He dormido 13 horas, -seis a salto de mata y siete entre sabanas mullidas en brazos de morfeo-, y esta mañana me desperté pensando que no sé nada de lo que pasa en Francia.

Sé que ha habido alrededor de 1500 coches quemados, que un señor que increpaba a unos encapuchados fue apaleado por ellos y murió después, que varios miembros de la gendarmería francesa fueron hospitalizados después de los primeros días de disturbios en la calle, por disparos, que la policía francesa sospechaba de la actuación de varios grupos mafiosos pasados los primeros días de disturbios espontáneos,- donde no hay estado, se hace cargo la mafia-, más tarde organizados a traves de sms e internet, que Sarkozy,- ministro de interior frances -, lleva unos días insistiendo en que se va a aplicar la ley en todas sus letras, o similar, que han llegado a decretar el toque de queda en según que prefecturas, - delegaciones de gobierno -, y que, Chirac, ha prometido adelantar unos planes de integración e inversión en los barrios marginales de varias ciudades.

Sé que el detonante fue la muerte de unos adolescentes que se escondieron en un transformador eléctrico, supuestamente huyendo de la policia, sé que los padres de esos chicos hicieron en días posteriores, acompañados por representantes del gobierno, llamamientos para detener los actos de vandalismo que en apenas unos días tuvieron un eco relativo en alguna ciudad de Alemania y Bélgica, hasta el punto de que el gobierno de España, - que aún se reconoce España, al contrario de Europa, que aún está por identificarse-, ha aumentado la vigilancia en las zonas con más inmigrantes en Madrid como consecuencia de esos altercados en Francia.

Sé que la mayor parte de los integrantes de esos actos eran hijos de inmigrantes, la segunda o tercera generación, y estoy convencido de que hay que amparar el derecho a ser uno mismo, parte de otra cultura, con la misma vehemencia con la que hay que regular la inmigración y la integración, para que no se produzcan guetos.

Sé que tolerancia y respeto no es lo mismo.

Sé que he dormido 13 horas y creo que no he soñado.

Sé que tengo sueño de Europa y que aún no sé que sucede en Francia.

Que tengan un buen día.